Teresa Saleta de Noguer
Teresa Saleta de Noguer (1852-1912) fue una figura clave en la modernización de Sant Hilari Sacalm, destacando por la ampliación del Balneario de la Font Picant y la construcción de la capilla de Mansolí Nou y un convento de hermanas Carmelitas.
Teresa Saleta de Noguer nació en 1852 en Tordera, hija de Josep Saleta de Noguer y de Escolástica de Noguer Salita. Vivió en Sant Hilari como única representante de la casa Salita de la Vila y tuvo dos hermanas más pequeñas, la Maria Dolors y la Assumpció, que murieron muy jóvenes (a los 10 y 11 años respectivamente), en 1871.
Se casó con el abogado Francesc Martorell, con quien no tuvo descendencia, dejando como heredera a su prima Maria Dolors Olives, que estaba casada con Joaquim Ribot y Casabó.
Una de las grandes obras de Teresa Saleta, junto con su marido, fue la ampliación del Balneario de la Font Picant, inaugurado en 1881. Con esta remodelación, que acabó en 1895, el establecimiento consiguió la estructura que todavía conserva hoy: cinco plantas, con capacidad para 100 habitaciones y 250 cubiertos, sala de fiestas y teatro, varios comedores, etc. También tenía servicio de correos y línea telefónica que enlazaba con Hostalric y también, desde el 1894, electricidad. En este sentido hay que destacar que, como el balneario necesitaba mucha energía, construyeron una presa para generar su propia electricidad y, como producía más de la que consumía, decidieron desviar la sobrante para el pueblo.
Esta ampliación comportó que el edificio tuviera todas las comodidades que podía pedir un balneario de prestigio. Esto hizo aumentar la clientela y aconteció un destino popular para la burguesía catalana. Hay que destacar que este centro fue pionero, avanzándose a otras localidades famosas por las aguas como Santa Coloma de Farners y Caldes de Malavella. Entre los años 1887 y 1891 se trataron más de mil “pacientes” en el Balneario. Al mismo tiempo que la pedida aumenta también se dispara la construcción de fondas, hoteles y tiendas en Sant Hilari. El Balneario hospeda aristócratas, burgueses, militares, curas, artistas como Santiago Rusiñol, Ramon Casas y políticos como Manuel Azaña, Lluís Companys y Francesc Macià. Finalmente cerró con la Guerra Civil y se convirtió en Hospital de Carrabiners.
Teresa Saleta también ordenó construir la capilla Mansolí Nou junto al balneario, puesto que algunos encontraban demasiado lejos la capilla de Mansolí Vell.
Otras obras que llevó a cabo Teresa Saleta fueron la construcción de un convento gestionado por las hermanas Carmelitas que posteriormente sirvió de centro de enseñanza de chicas y la construcción de una fuente pública para ayudar a combatir las plagas periódicas de cólera y tifus.
La última acción que se le conoce a Teresa Saleta fue la de pedir permisos para poder canalizar el agua del bache de Vilavella en la casa Salita de la Vila.
En 1912 Teresa Saleta murió a la edad de 60 años (su marido había muerto el 1905). Fue una mujer que con sus acciones ayudó a hacer de Sant Hilari una villa de referencia como primer centro de veraneo de Cataluña. Una mujer católica, emprendedora y pionera que ayudó al pueblo a evolucionar, modernizarse, crecer y encontrar nuevas maneras de vivir.