Murals de Can Culí

A principios de 2019, el Ayuntamiento de Sant Hilari pidió al artista local Josep Nogué Mas que pintara unos murales en los bajos de Can Culí, dos bloques de viviendas de protección oficial que ahora ocupan un solar donde antes había la antigua casa conocida con este nombre.

Can Culí era la residencia del propietario rural Tomàs Culí Verdaguer (1877-1961), que fue alcalde de Sant Hilari de 1906 a 1911. Después de la guerra, la casa fue expropiada por los vencedores y convertida en la sede de la Falange.

Con los años, la finca pasó a propiedad pública y a ser gestionada por Adigsa (ahora Incasol). Después de ser derrocada, en su lugar se construyeron dos bloques de once viviendas y bajos comerciales de protección oficial. Los pisos fueron adjudicados a sus inquilinos en 2010, pero los locales de los bajos siguen sin ser utilizados y las aberturas destinadas a los aparadores están tapiadas con ladrillos.

Ante esta situación, el Ayuntamiento pidió hacer un proyecto para embellecer los espacios de los aparadores. Querían imágenes que hicieran referencia al paisaje, la fauna y la cultura locales. Dada la textura acanalada del ladrillo, que no permitía hacer elementos con demasiados detalles, Josep Nogué optó por dibujar formas muy especializadas y coloridas que recordaran de forma casi simbólica elementos del territorio. Más que representar la imagen real de los elementos que figuran, se pretendía estimular a los espectadores de manera intencionada para que fueran a descubrirlos en el entorno que nos rodea.

La obra se llevó a cabo entre los meses de marzo y abril de 2019 por Josep Nogué Mas con la colaboración de Montse Serras.