General Moragues

Josep Moragues i Mas (1669-1715), héroe de la Guerra de Sucesión, nació en Sant Hilari y fue campesino antes de luchar contra las tropas francesas. Fue juzgado, torturado y asesinado en 1713. El Ayuntamiento de Sant Hilari le dedicó un monumento en reconocimiento a su lucha por la identidad catalana.

Héroe de la guerra de Sucesión, nació en Sant Hilari y murió decapitado en 1715. Su cabeza estuvo expuesta como escarnio en Barcelona durante 12 años. Luchó en el bando austriacista y cada 11 de septiembre el pueblo le rinde homenaje en el monumento que el Ayuntamiento dedicó a su memoria.

Josep Moragues i Mas nació en el cortijo Moragues de Sant Hilari en 1669.

Se casó en primeras nupcias con Cecília Regàs, hija de Joan de Regàs, emparentado con Carles Regàs, personaje que también tuvo un papel importante en la causa austriacista. Moragues se unió a las milicias populares para combatir a los invasores franceses en la Garrotxa, las Guilleries y la Selva. Fue entonces cuando se estableció el vínculo con los “vigatans”, entre los cuales también se encontraba Carles Regàs. Este grupo fue el que se erigió como brazo armado en el alzamiento catalán de 1705 contra Felipe V y a favor del archiduque Carlos de Austria.

El 17 de mayo de 1705 los vigatans mantuvieron una reunión trascendental en la ermita de San Sebastián en Vic, donde se otorgaron poderes, en nombre de Cataluña, para firmar el pacto de Génova, que selló la alianza con Inglaterra, que se comprometía a desembarcar tropas para secundar el alzamiento catalán. Como agradecimiento, el archiduque Carlos de Austria premió a los “vigatans” integrándolos a la Real Guardia catalana. Moragues fue nombrado coronel y, después de dos años, gobernador de Castellciutat. En 1709 ascendió a general y en 1710 se casó en segundas nupcias con Magdalena de Giralt, de Sort.

En 1711, en plena guerra, murió repentinamente José I, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y hermano de Carlos. La sucesión al trono imperial recayó en el archiduque, quien marchó a Viena, dejando a sus partidarios en tierras españolas abandonados a su suerte. Este hecho provocó un cambio de apoyos de las potencias europeas, temerosas ahora de la unión entre España y el Imperio, si ambas quedaban en manos de los Habsburgo.

En junio de 1714, Moragues se reincorporó a la actividad militar después de haber estado enfermo y refugiado en Sort, participando en una lucha de guerrillas donde se intentó romper el asedio borbónico de Barcelona, comandado por el duque de Berwick. Barcelona resistió hasta el 11 de septiembre.

Tras la pérdida de Barcelona, Moragues y sus hombres se refugiaron en el Castell de Cardona, donde finalmente se vieron obligados a capitular. A pesar de que se les prometió el indulto, se enteraron de la represión que sufrían los militares austriacistas, y Moragues intentó huir con sus hombres hacia Mallorca el 10 de marzo de 1715, pero fueron abandonados por el capitán de la embarcación al pie de la montaña de Montjuic. El día 22 fueron detenidos y ejecutados cinco días después.

Como muestra de la voluntad represiva de Felipe V, Moragues fue sentenciado a ser arrastrado vivo por un caballo, y posteriormente degollado y descuartizado. Como escarnio, pusieron su cabeza en una jaula de hierro que colgaron en el Portal del Mar de Barcelona, con una inscripción que decía:

“Josep Moragues, por haber cometido el crimen de una repetida rebelión, haber abusado dos veces de la clemencia real, finalmente, la tercera vez, fue detenido y ejecutado por la justicia.”

Desde Viena, a instancia de la viuda, Magdalena de Giralt, el marqués de Rialp presionó al embajador imperial para convencer a Felipe V de descolgar la cabeza. Lograron que se cumpliera el 24 de febrero de 1727.

Actualmente, el general tiene como homenaje una plaza del pueblo que recibe su nombre.