La Roca dels Encantats

La leyenda La Roca dels Encantats está relacionada con la fortuna. Todo aquel buscador de fortunas conocía la gruta donde las ninfas vivían y dormitaban.

Dice la leyenda que subiendo hacia la Roca d’en Pla por el atajo había una gruta. Su entrada se encontraba situada en la parte superior de la roca que todo el mundo llamaba de los Encantats, casi en la cima del atajo, a la derecha. Según comentan las malas lenguas, a partir de las doce de la noche se oían los cantos de las ninfas que presuntamente vivían y dormían dentro de la gruta.

Muchos hilarienses conocían este hecho y por el pueblo se empezó a decir que si alguien entraba en la gruta antes de las doce de la noche era probable que saliera con algo valioso, pero, eso sí, se tenía que entrar sobre todo antes de las doce de la noche. Parece ser que si esto sucedía, era preciso no mirar eso que se llevaba hasta haber pasado el riachuelo que cruzaba pocos metros antes de entrar al pueblo.

Un día, una muchacha hilariense entró en la gruta y salió con el delantal lleno de vete tú a saber qué. Evidentemente conocía la historia, y bien sabía que no le era permitido cotillear, pero su curiosidad la traicionó antes de llegar al riachuelo. Así pues, lo que vio fue un montón de centeno. Lo removió con la mano para ver si había alguna cosa más y observó cuatro puntitos que brillaban.

Parece ser que si la muchacha hubiera hecho lo que debía, en cruzar el riachuelo el centeno se hubiera vuelto oro.